lunes, 26 de enero de 2015

¡Copiad,malditos!

El documental ¡Copiad, Malditos!, dirigido por Stéphane M. Grueso y coproducido por RTVE, ofrece perspectivas diferentes ante el conflicto entre la cultura de copiar y las leyes del copyright, a la vez que narra el camino que recorre el director para poder licenciar el documental bajo una licencia copyleft. Durante el camino, el director se encuentra con barreras legales y burocráticas. ‘Copiar’ significa algo diferente dependiendo de la persona a la que se pregunte. Hay quien piensa que no se puede crear algo de la nada. Otros piensan que es un acto poco moral.
En “¡Copiad, malditos!” se habla de música, cine y software, del futuro de la cultura y del canon digital, con un protagonista omnipotente y cuestionado: la SGAE. Escuchamos a sus ejecutivos, pero también a los que la combaten. Estos nos informan que solo el 10% de los socios de la SGAE tienen derecho a voto y lo tienen en función de los ingresos que generan sus creaciones. También que el 1.75% de los socios se reparten el 70% de los ingresos de la institución.
El documental trata de mostrar la situación actual, donde las instituciones y las reglas de gestión de derechos de autor, no responden a las necesidades de creadores ni usuarios. Ante esto, surgen modelos alternativos, como la financiación distribuida, netlabels o el crowdsourcing que tiene como claro ejemplo la película ‘El Cosmonauta’. ‘Traficantes de Sueños’ es una alternativa a la distribución de libros, y tal y como explican sus fundadores en el documental, ofrecer de forma gratuita un libro en Internet no impide que se pueda vender como objeto físico en la tienda.
Las nuevas generaciones, ante la gran cantidad de contenidos que tenemos a nuestra disposición, entienden la copia y la remezcla como algo normal. Pep Domènech es un adolescente que usa contenidos colgados en Internet para remezclarlos y crear cosas nuevas, estén protegidos o no bajo licencias copyright. Domenech no llega a entender que su hobby pueda considerarse ilegal, porque lo hace por simple diversión y sin sacar ningún beneficio económico. 
Este documental se puede descargar desde la pagina web, así como otros materiales como las entrevistas íntegras, bajo una licencia Creative Commons.

Desde mi punto de vista la intención de este documental me parece muy interesante. La idea es tratar de explicar como funciona el sistema de recaudación de derechos de autor, como se reparte, los tipos de licencias que hay para generar derechos de autor y en que medida influye internet y las descargas a esto.
Por otra parte, me gustaría decir que hay ciertos puntos que no se les da el enfoque objetivo y no se profundiza demasiado.
En resumen, un documental interesante, con una muy buena idea, y a pesar de algunas cosas que no me han gustado demasiado, con un buen resultado.

6 comentarios:

  1. ¡Copiad Malditos! es un documental que pretende mostrar los problemas actuales relativos a la propiedad intelectual y el copyright. Debido al avance tecnológico, cada vez son mayores los recursos que podemos encontrar en Internet al alcance de un simple 'click' de forma muy sencilla. Además, en los últimos años han aumentado los autores que suben sus propias obras a Internet, o músicos que han conseguido el éxito gracias a la publicación de vídeos propios en Youtube y otras plataformas. Es lo que se conoce como copyleft, la libre distribución de copias de una obra o trabajo de un autor. Este nuevo fenómeno se pone en contra de sociedades como la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), una entidad de gestión de derechos. Su mayor función es proteger y gestionar los derechos de la propiedad intelectual. Se trata de una sociedad que está causando muchos problemas debido al alto presupuesto que pide a sus socios. En definitiva, en ¡Copiad malditos! se plantean cuestiones tan importantes como hasta qué punto se puede considerar copiar un delito, o cómo mentalizar a las nuevas generaciones para que no descarguen textos, canciones o videojuegos en Internet ya que, como dice uno de los entrevistados, es muy sencillo utilizar simplemente tu ratón para poder alcanzar contenidos que están al alcance de tu mano.

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  2. Una parte del documental que me gustaría destacar es la de los problemas de los bares/restaurantes de en un pueblo extremeño con la SGAE dónde se hace referencia a varias sanciones impuestas por la organización por el supuesto uso inadecuado de la propiedad intelectual, dónde esta el límite de la legalidad, por ejemplo: en el caso de un empresario de un restaurante de comida a domicilio al que se sanciona por tener un radiocasete en el local el cual afirma usa para poner música para el consumo personal y no para beneficio de la propia empresa como acusa la SGAE, varios empresarios en este pueblo han creado un texto al cual han llamado "manifiesto" con la ayuda de una asociación sin ánimo de lucro todo ello para esquivar los problemas continuos y para ellos injustos con la SGAE.

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  3. El documental ¡Copiad Malditos! nos muestra todas las dificultades que encontramos en la actualidad para poder colgar algo en la red, o poder utilizar ciertos contenidos sin causar ningún problema.
    Me ha parecido increíble, y era algo de lo que no tenía ni idea, que la SGAE se beneficie de esa manera tan brutal siendo una sociedad sin ánimo de lucro. Saben utilizar muy bien su poder para poder sacar beneficios de todo, y sin dar oportunidad a que nada cambie, ya que los que votan son esa pequeña porción de accionistas que proporcionan el dinero, pero que también se lo llevan. No me parece coherente lo que esta sociedad propone y lo que otras muchas más apoyan.
    Como aportan muchas de las personas que aparecen en el documental, en la actualidad es casi imposible pedirle a un niño que no se descargue música o películas gratis cuando lo tiene al alcance de su mano con hacer un simple ¨click¨. Además, hay muchas maneras de que los artistas que realizan sus obras, también se lleven beneficios de ellas a partir de Internet, o eso he entendido en el visionado.
    No estoy ni a favor ni en contra, porque también entiendo a esa persona que le ha costado mucho trabajo el crear su obra, pero que nos entiendan a nosotros que no podemos pagar esas cantidades de dinero por ellas, y que siendo así, vamos a preferir obtenerlas a través de Internet y con coste cero.

    Me ha parecido un documental muy interesante y con temas realmente importantes y relevantes en la actualidad. Me quedo con una idea de él: copiar es reproducir.

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  4. El documental me ha parecido bastante interesante y ha creado en mi un sentimiento de contracción. Por un lado, como consumidora de la cultura, creo que el precio a pagar por ésta es demasiado elevado y además resulta mucho más cómodo acceder a ella a través de Internet; pero, por otro lado, comprendo que a los artistas que intentan vivir de sus creaciones y que ponen un gran esfuerzo en aumentar y enriquecer nuestra cultura, les perjudique la copia y la piratería. Por ello considero que se debe establecer un equilibrio entre acceso y protección, mediante las alternativas al copyright, para que tanto consumidores como autores se vean beneficiados, y para lograr este objetivo es necesario una evolución en la mentalidad y en el sistema de protección de derechos de autor, empezando por sociedades como la SGAE, cuya política de gestión no aporta, a mi parecer, nada bueno a la creación y difusión de la cultura, la cual es un derecho al que todos los ciudadanos del mundo deberíamos tener pleno acceso, aunque respetando la propiedad intelectual.

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  5. Aunque ya sabía sobre ello, al ver el documental he podido ver cómo la SGAE se lucra de forma inimaginable de la cultura, y más sabiendo que es una sociedad sin ánimo de lucro como bien dice mi compañera Mirella. Esta claro que la SGAE mira simplemente por sus propios intereses que se rigen por cómo sacar beneficios. No entiendo cómo pueden mirar por sus bolsillos en vez por el bien de todos. Actualmente, algunos artistas suben a la red sus discos, películas, cortometrajes, etc; sin ningún coste para que todo el mundo pueda bajárselos o verlos, ya sea en Youtube o en otras plataformas. Tal y como se habla en el documental la gran mayoría, por no decir todo el mundo, descargamos vía Internet música, películas, programas... sin cargo de conciencia alguno por descargar copias piratas. Tras ver el documental, estoy a favor de la copia en muchos aspectos, ya que, los artistas pueden sacar beneficio al distribuir sus obras a través de diferentes formas como por ejemplo los conciertos; además, los precios de los discos y películas (entre otros) son desorbitantes. Pero también, debemos proteger la propiedad intelectual.

    En conclusión, creo que las licencias Copyleft (libre distribución) deberían ser utilizadas para la mayoría de contenidos porque la cultura es de todos. Lo que nos podemos plantear todos tras ver este documental es hasta que punto es un delito copiar, pero desde luego creo que es muy difícil llegar a una regulación jurídica correcta debido a la diversidad de opiniones sobre este tema.

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  6. Me ha gustado mucho este documental. Su montaje facilita muchísimo la comprensión de ciertos aspectos que pueden resultar liosos. Realmente el tema del que trata es en sí lioso incluso para las personas que se dedican al mundo artístico y se ven sometidos a moverse constantemente entre oficinas y papeles, como ya hemos visto. Las explicaciones esquematizadas con gráficos me han ayudado a comprender por ejemplo, “el laberinto (legal) que suponen los distintos derechos en una producción audiovisual”, frase que he recogido del mismo documental porque la considero muy acertada. Crear contenido artístico no es nada sencillo, no todo el mundo tiene esa capacidad, pero quizás la peor parte con la que se topan los creadores en ese camino, es la gran barrera que existe a la hora de enseñarlo al mundo, y que lleva al arte a convertirse en un auténtico negocio, en muchas ocasiones, sucio.
    Ya conocía a la SGAE y a otras varias sociedades nombradas, sabía sobre ellas porque en varias ocasiones he visto a gente (músicos, cineastas, escritores…) quejarse literalmente de lo que supone para ellos la existencia de estas “empresas”, así que por mera curiosidad ya había consultado un poco el tema del Copyright, para tratar de entender sus quejas y denuncias. Las limitaciones con las que tienen que acarrear aquellos que solo quieren compartir sus trabajos me parecen bastante absurdas y no entiendo por qué los beneficios que recauden tengan que pasar por muchísimas manos antes de llegar a las del propio autor, si es que llega algo. Es una auténtica vergüenza.

    Al igual que Marina, considerándome consumidora de cultura, también pienso que el precio que tengo que pagar para ello es demasiado elevado, nos encontramos con que España es el país con el mayor porcentaje de IVA cultural con respecto a Europa, el 21%. Creo que el motivo de esto es evidente: solo unos pocos a los que ni siquiera les interesa demasiado el arte, se benefician de él sin ningún tipo de cargo de conciencia, ya que han acabado interiorizando su propia idea de que el arte no es libre. ¿Qué ocurre con todo esto? Que en lugar de asistir a salas de cine, de teatro, comprar libros o discos… Contribuimos a la decadencia que todos estos sectores, por separados y unidos, están viviendo. Somos conscientes de ello cuando accedemos a páginas de internet para ver películas o nos bajamos libros en PDF del primer enlace que pillamos, y muchos ya no sabemos como pedir que dejen de convertirnos en lo que no queremos. Más allá, nos encontramos también con que no solo contribuimos al beneficio interno del Estado, sino que fuera de él hay otras muchas oficinas que hacen que la contribución directa entre artista y público sea nula, aunque sus directores quieran demostrar lo contrario.

    Desde hace varios años, muchos artistas que formaban parte de la SGAE, y otros que han ido apareciendo, han decidido no participar en ese juego, algunos han creado sus propias plataformas productoras en internet donde encaminan su trabajo de forma independiente, y además, ayudan a otros nuevos artistas a darse a conocer de esa forma. El uso de YouTube, de redes sociales… Me parecen alternativas bastante buenas que Internet nos ha ofrecido a todos.

    Aunque aún no sé muy bien hasta qué punto es bueno o malo cada uno de estos detalles, y como dice Judith, es algo que debemos plantearnos, me posicionaba antes, y me posiciono después de ver el documental, en contra de todo(s) lo(s) que intenten(n) cerrar de nuevo la cultura.

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